Casa Barragán, 2004.
In 2004, i showed at the atelier and intervened exterior spaces at architect Luis Barragán's house where I installed the blown glass bulbs in an almost architectural installation, some concepts about light and reflection practiced by architect Luis Barragán took root in my thoughts, particularly the "sphere for the concentration of architectural space" provoked the series named "Density and Dissemination" that expresses the atomization of the image, this happens because of the electrostatic that helps particles of glitter adhere to the internal surface of the glass sphere, therefore the reflection is broken into a disseminative, temporal and changing quality.
Therefore the reflection moves constantly and reminds us of impermanence. Equally, my curiosity was attracted to the idea of using a material opposed to glass, so the glitter enters the statement. Technique: hand blown glass spheres, filled with silver or gold glitter. Year 2004 Measurements: Small: diam. Ø 25-35 cms. Med: Ø 45-50 cms., Large: 70-80 cms. Mouth Ø 3 cms. |
En 2004 expuse en el Taller de casa Barragán, una serie de objetos en vidrio soplado hechos a mano inspirados por conceptos sobre luz, color y densidad presentes en la arquitectura de de la casa y en el diseño del jardín, también intervine algunos espacios exteriores instalando mis bulbos de vidrio soplado como manojos verticales simulando estructuras casi arquitectónicas.
Siempre me interesó particularmente el concepto de la “esfera para la concentración del espacio arquitectónico” y éste provocó mi serie "Densidad y Diseminación", la cual surge de atomizar el reflejo, la superficie brillante se mantiene gracias a la electro-estática que adhiere particulas de brillantina a la superficie interna de la esferea de vidrio, logrando reflejar el espacio con una cualidad diseminativa, temporal y cambiante. Así el reflejo se mueve constantemente ynos recuerda la impermanencia. Por igual atrajo mi curiosidad la idea de utilizar materiales tan opuestos, como el vidrio y la brillantina en una misma pieza. Técnica: Esferas de vidrio soplado, pulidas a mano rellenas de brillantina color plata o dorado. Año: 2004. Medidas: Chico: diam. Ø 25-35 cms. Medio: Ø 45-50 cms., Grande: 70-80 cms. Boca Ø 3 cms. |
Esta serie explora el paso del vidrio por diversos momentos de crecimiento. Cada uno de ellos deja su rastro en la pieza.
Me interesó en particular la recolección de las capas de vidrio, la manera en que las piezas "crecían" en tamaño y en información cuando ese plegado se multiplicaba.
Durante su factura, el momento de la transcición del estado líquido al sólido por medio del calor, produce huellas, y la suma de todo es la pieza final. La dislocación en el eje visual que se aprecia nos hace referencia al proceso orgánico del vidrio.
Cada una de las piezas de esta serie se convierte en un ejercicio de intuición. Aunque el soplador y yo comenzábamos las sesiones de trabajo estableciendo parámetros y discutiendo acerca del resultado final que deseábamos obtener, la ineludible acción azarosa determinaba mas de una de las piezas.
Así es en el vidrio. Cada pieza es única, cada resultado tiene su razón particular de ser.
Envueltas por la luz natural, éstas cambian día a día y se prestan sin nunca repetirse, el intercambio continuo entre el afuera y el adentro, entre la luz y la materia.
Me interesó en particular la recolección de las capas de vidrio, la manera en que las piezas "crecían" en tamaño y en información cuando ese plegado se multiplicaba.
Durante su factura, el momento de la transcición del estado líquido al sólido por medio del calor, produce huellas, y la suma de todo es la pieza final. La dislocación en el eje visual que se aprecia nos hace referencia al proceso orgánico del vidrio.
Cada una de las piezas de esta serie se convierte en un ejercicio de intuición. Aunque el soplador y yo comenzábamos las sesiones de trabajo estableciendo parámetros y discutiendo acerca del resultado final que deseábamos obtener, la ineludible acción azarosa determinaba mas de una de las piezas.
Así es en el vidrio. Cada pieza es única, cada resultado tiene su razón particular de ser.
Envueltas por la luz natural, éstas cambian día a día y se prestan sin nunca repetirse, el intercambio continuo entre el afuera y el adentro, entre la luz y la materia.